Es
difícil escribir una carta sin saber si algún día llegara a su destinatario, si
la llegará a leer...pero sobre todo si conseguiré lo mas difícil, decir todo lo
que quiero decir. Hay veces que no necesitas más que empezar a escribir, y de
repente millones de sentimientos van apareciendo. En realidad no sé cuando
leerás esto, o en que circunstancias lo harás..aun así..no creo que las cosas
en mi hayan cambiado mucho. No sé si será una carta de despedida, o el inicio
de algo precioso. No sé si esto me va a hacer daño, por el simple hecho de que
te entre el miedo o la incertidumbre...pero hace tiempo que he decidido luchar
por lo que realmente quiero.
Creo,
y siempre he creído, que encontrar algo que sea de verdad es demasiado difícil
como para ponerlo excusas o dejarlo ir. Hemos pasado mucho en relativamente
poco tiempo, y las cosas han dado un giro que, sinceramente, jamás me hubiera
imaginado. Ahora, todo es un poco distinto, y no sé hasta qué punto.
Hay
momentos que pienso que esto ha llegado hasta aquí, que no puede haber nada
más. Que es imposible que después de todo, después de tanto...se pueda seguir.
Sé que lo mejor es irse, lejos, todo lo que se pueda. Empezar todo de cero, y
dejar todo esto atrás...porque como me dice la gente: es lo mejor para mí. Pero
de repente apareces, y me sonríes. Y cada vez que lo haces me confirmas todo
eso que yo tengo claro. Eres tú.
Y
es imposible no pararse en todos y cada uno de los momentos que han hecho que
hoy seamos quien somos y que estemos donde estamos. Y me da igual hablar de las
tardes en el pinar o de los días en Madrid. Hemos sido de separaciones y de
reencuentros mágicos, de las palabras más bonitas y de los silencios más
amargos. De hacer lo fácil difícil y de dejar escapar oportunidades únicas. De
sentir que lo teníamos todo en nuestras manos y de ver como se nos escapaba. De
sentir el amor como niños y hacer que se convierta en algo más adulto. De no
poder estar un día sin hablar y de estar meses sin dirigir una palabra. De
irnos por el camino fácil y de dejarlo todo para estar juntos, aunque fuera
casi imposible. De noches de llorar y de ratos de dolor tripa de tanto reírnos.
De decirnos te quiero mil veces y picarnos por gilipolleces.De muchos infartillos y de cosas que se salían de lo legal. De escribir mil cartas y varios diarios y de nunca acabar de ver una película juntos. De decirnos
adiós...y de que nunca sea el definitivo.
Que
ha sido mucho, que te voy a contar... Cuando esa noche, después de tanto tiempo
nos encontramos, nos miramos un largo rato y ninguno apartó la mirada, y cuando
te cogí de la mano; al tocarte yo lo supe: no era tan difícil ser feliz.
Seguías
siendo tú, y nunca he necesitado más allá de una palabra, una mirada o una
caricia para saberlo. Y cada vez que nos
encontrábamos era algo único. No sabíamos muy bien si sonreír, discutir o
disfrutar; y sería fácil que saliera algún reproche. Y me hacías preguntarme
dónde coño habías estado todo este tiempo. Y abrazarnos, y besarnos como la
primera vez. Y todo en nosotros cambia,
ya no hay vuelta atrás; empezar a hablar era desencadenar lo que los dos ya
sabíamos de antemano que iba a pasar. Y nos daba igual. Y dejarnos llevar era
la sensación más maravillosa del mundo.
Tal vez sea por cuánto nos habíamos echado de
menos durante todo ese tiempo en el que estábamos "lejos", y es que
nos encanta estar cerca, porque a tu lado todo sale natural. Es una especie de
paraíso, nos gusta lo que somos y nos encanta lo que es; simplemente se trata
de cómo nos sentimos y de que con esa persona podemos ser lo que somos y opinar
sin miedo, hablar de tantas cosas que el tiempo se hace insuficiente aunque
sumemos el de los dos.
Y
así podría hablar de un millón de momentos juntos, de un millón de recuerdos.
Muchos buenos, y alguno malo. Pero sinceramente ahora no quiero hablar de los
malos, esta carta no es para eso. Porque sí, hemos pasado muchos, pero eso
también me hace pensar y darme cuenta de muchas cosas. Si después de todo, si
después de los momentos separados, las malas palabras, las malas decisiones...
si después de todo seguimos aquí, alguna razón habrá.
Por
tu vida puede pasar mucha gente, más o menos especial... pero eso, pasan. Un
día vinieron e hicieron tu vida diferente, lo llenaron de experiencias y buenos
momentos. Pero por circunstancias o decisiones ya no están. Personas que
formaron parte de tu vida, todo el mundo tenemos a alguien así. Pero yo no me
refiero a eso, yo me refiero a eso único que tienes con alguien, que pase lo
que pase está ahí. Que por mucho que pase o que pases, no se va de tu cabeza de
tu día a día.
Es
esa persona que tienes tan dentro, es el amor
inexplicable, no es el estar enamorado, o sentir afinidad o cariño por alguien.
Es ese que llega y de alguna forma de atrapa, y aunque quieras o lo intentes
con todas tus fuerzas no puedes escapar. Yo lo llamo amor verdadero, ese que se
disfruta, pero también se sufre. Ese que por muchos años que pasen, seguirás
amando a esa persona igual que el primer día, incluso más. Ese, que cada vez
que le miras, te imaginas tu futuro. Es ese en el que maldices todos y cada uno
de los momentos en los que no estuviste con esa persona. Ese que sientes no en
el corazón, sino en el alma. Es ese que incluso, a veces duele. Y te deja
indefensa y llena de miedo por el qué pasará mañana.
Creo
que ya te lo he dicho muchas veces, tu eres eso para mí. Y también sé, que haga
lo que haga nunca podré explicártelo. Sé que eres tu porque si miro hacia un
futuro, quiero que sea contigo. Sé que quiero compartir contigo todas las cosas
buenas y las malas que me pasen, porque que estarías a mi lado, que serías mi
gran apoyo. Sé que te veo con 30 años, cantando como un loco canciones en el
coche, aunque no tengas ni idea de la mitad de la letra, y que yo quiero estar
en el asiento de al lado diciéndote otra canción para cantar juntos. Hacer mil
y un viajes juntos y descubrir cosas que jamás hubiéramos imaginado. Viajar a
la aventura a China, o esas vacaciones que teníamos casi hechas a Galicia, para
comer esas costillas de las que me has hablado mil veces. Qué más da. Y que
imagino llegar a casa, y que seas tú el que me esperas y me des ese abrazo que
en la vida solo me has dado tú. Comer tu paella los domingos, y hacer esos vermús interminables de los que hablábamos. Aprender a dormir juntos en una cama de 90, o no morir de calor y nervios en una de 1,50. Aunque despertarnos a media noche sea la mejor opción de todas para coger el sueño.
Que puede que todo esto te asuste, o que te suene muy lejano, pero yo se que eres tú, porque contigo me puedo ver siendo feliz. Que todo este tiempo me ha dado para pensar mucho. Muchísimo. Y me he dado cuenta de cosas que nunca me había parado a pensar. No podría verte con otra persona, por mucho tiempo que haya pasado, se que algo dentro de mí simplemente no podría con ello. Y sé que aunque pasara tiempo, aunque conociera a alguien... seguirías estando tú. Que es mucho pensar y mucho imaginar, pero piense lo que piense, estás tú. Y así más de un millón de cosas...pero no quiero darlo muchas vueltas, y tampoco me entenderías.
Si
algún día nos separamos, nadie puede imaginar lo que sentiremos cuando sepamos
el uno del otro. Nadie puede ni debe, hazme caso. Sentirás el dolor de haberlo
tenido, y no saber valorarlo, de no saber vivirlo. Sentiremos como molesta que
te hagan una y otra vez esa pregunta de la que jamás supimos cerrar su signo de
interrogación. Sentirás un qué hubiera pasado si. Y sobre todo, sentiremos que
algo entre nosotros continuó creciendo incluso cuando nos separamos. Un algo
tan grande como el vacío que dejamos al volver a ser dos. Perderlo todo.
¿Y
sabes porque escribo todo esto? Porque
puede que no sea la carta más bonita del universo, seguramente no guarde todo
lo que en realidad siento, y probablemente no sirva para mucho... Pero pienso
que dentro de 10 años, cuando me pare a pensar en todo esto (porque si, seguiré
pensándolo, sea la situación que sea) no me quiero arrepentir de no haber hecho
todo lo que estuvo en mi mano para poder ser feliz, para estar con la persona
que realmente quiero. Quiero luchar y que por lo menos, por mí no sea. Quiero
saber que lo di todo por alguien que para mí, lo es todo. Quiero estar
orgullosa de lo que hice, todo lo que di y dejé, por estar contigo.
Creo
que esto te va a parecer mucho, que puede que te ponga los pelos de punta y que
en realidad en tu cabeza solo haya un lío de sentimientos. Pero no sé, algo
dentro de mi me dice que dentro de ti también hay algo, quizá me equivoque. Quiero
pensar que sí, por todo lo que has luchado, que no ha sido poco, por todo lo
que has pasado y sufrido, por todo lo que me has demostrado. Porque adri, hay
personas que saben ser magia, aunque nunca lleguen a saberlo. Tu eres de esas
personas, eres simplemente mágica. Me lo
has demostrado tantas veces sin tu ni siquiera saberlo. Que se cómo eres, pero
como eres realmente, siendo tú. (y aquí nos hace falta una pequeña
conversación, recuérdamelo).
Solo
quiero decirte que en la vida hay que tomar decisiones, porque las cosas van y
vienen, y no sabes lo que va a pasar mañana, pero si todo lo que tienes hoy. Y
que no se puede tener todo, que no hay dos opciones posibles y que esas
opciones no te van a esperar eternamente. Que cada una tiene sus cosas buenas y
las malas, pero, ¿Te acuerdas de los costes de oportunidad?, Hay que saber si
lo que dejas merece la pena por todo lo que vas a ganar. Lo que hoy tienes
mañana puede que desaparezca. Que las fuerzas no duran eternamente y que hay
veces, que por mucho que duela, hay que retirarse porque no se puede dar más.
Sinceramente,
creo que te lo mereces todo. Que necesitas pararte y centrarte, y dejar que
alguien te ayude a hacerlo. Que empieces a ser tu de verdad, sin pensar tanto,
simplemente disfrutando. Te pierde mucho pensar en el ¿Y si...?, sin darte
cuenta lo bonito que es lo que tienes ahora. Hay que sentir vértigo, del bueno,
el de las cosquillas en la tripa, porque sentir vértigo no es asomarse a lo
desconocido y temer la caída: son esas ganas de vivir todo esto que ahora se
abre ante nosotros; es ser conscientes de que caer es posible. Porque el
vértigo no es mirar hacia abajo y plantearte el fracaso, es levantar la cabeza
y preguntarte cómo narices vas a subir tan alto, pero sabiendo que al llegar
habrá valido la pena.
Necesitas
valorar lo que tienes, y no guiarte por caprichos o por esos días un poco
peores. Me has dicho muchas veces que ojalá irnos solos, que serías feliz.
Quiero que aún estando rodeados de gente, sintamos que estamos solos tu y yo.
Que hablemos el uno del otro con una sonrisa en la boca, que no nos de miedo
ser nosotros. Que solo tengamos palabras bonitas para el otro. Que podamos
vivir eso que llevamos 8 años esperando y que estoy segura de que podemos. Que
estemos orgullosos el uno del otro y que no estemos juntos por necesidad...sino
porque realmente queremos estarlo. Sin nada que nos impida irnos, y que sea
todo lo que nos haga quedarnos. Que tengamos miedo de perdernos, y que eso haga
que cada día lo tomemos como si fuera el primero. Querernos como el primer día,
y cada vez un poquito más. Ir creciendo juntos, viviendo un millón de
experiencias que nos hagan crecer, vivir, disfrutar, sonreír y estar cada vez
más unidos. Te puede parecer mucho, pero quiero vivir una vida a tu lado.
Te quiero a ti y la mejor versión de todo esto, con una relación madura y ayudándonos mutuamente para conseguirlo. Se como eres cuando lo das todo, y me vuelves loca. Quiero verte y no esconderme, quiero poder hacer lo que nos apetezca dándonos igual todo lo que nos rodee. (Otra conversación ;) )
No
quiero venderte la felicidad absoluta, no existe. Quiero decirte que lo que
hace querer de verdad, no lo consigue nada. Puedo parecer una niña, diciendo
que eres lo mejor que me ha pasado y que vamos a estar juntos toda la vida.
Pero esto lo digo de verdad, desde el corazón. Después de tanto he tenido mucho
tiempo para ver y valorar lo que tengo en mi vida. Y todo esto te lo digo con
todo el amor del mundo, sin querer presionarte ni convencerte...simplemente
eso, luchar por lo que quiero.
Hay
demasiadas cosas que no dependen de mi... y esas son las que me dan rabia, las
que de verdad duele, ya que por mucho que luche no las puedo cambiar. Adri, ¿tú
no ves algo distinto en todo esto? Yo hace ya mucho tiempo que lo tengo claro,
te lo he dicho más de una vez. Mi persona eres tú. Que más que nunca sé lo que
quiero y mejor aún, con quien lo quiero. Y es que me parece tan increíble
tenerlo tan claro. Y me muero de miedo al pensar que es lo que sientes tú.
LA PLAYA
Estaba en la playa una niña con su padre y él le pidió que probara si la temperatura del agua era buena. Ella tenía cinco años y se entusiasmó al ver que podía ayudar; fue hasta la orilla del mar y se mojó los pies.
-Metí los pies. Está fría- le dijo.
El padre la tomó en brazos, fue con ella hasta la orilla del mar y sin ningún aviso la tiró dentro del agua.
Ella se asustó pero después se divirtió con la broma.
-¿Cómo está el agua?- preguntó el padre.
-Está buena- respondió.
-Entonces, de aquí en adelante, cuando quieras saber alguna cosa, zambúllete en ella.
Paulo Coelho, libro: “Brida”
Pero...para
que nos vamos a engañar..puede que esto sea una despedida, que decidas no
luchar y dejar que todo esto acabe. Que solo queden recuerdos y momentos
bonitos, y nada más. Que todo esto que hemos construido simplemente
desaparezca. Y bueno, es tu vida, y nadie más que tu tiene que decidir sobre
ella... Dicen que el tiempo todo lo cura... y puede que sea verdad, aunque ya
de otras experiencias...sé que el tiempo o la distancia no hacen que te
olvide..no lo han hecho nunca y no lo harán..simplemente ayudan a acostumbrarse
a una ausencia que duele. Duele y dolerá siempre. Y no sé como lo verás tu...
Se que hay posibilidades de que me digas lo siento, que tu no sientes lo mismo, y esto acabe aquí. Que todo esto, que es enorme, se quede en nada. En parte, tu decides.
Se que hay posibilidades de que me digas lo siento, que tu no sientes lo mismo, y esto acabe aquí. Que todo esto, que es enorme, se quede en nada. En parte, tu decides.
Dicen que lo bueno llega a los que esperan. Hemos tenido que esperar, pero te encontré y tú me encontraste. Gracias por cruzarte en mi camino y no pasar de frente. Gracias por tu mirada, por tu corazón, por tu sonrisa. Iluminan mi vida más que un millón de estrellas.
Acuérdate, querer es poder,
y
nos queremos.
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